Este proyecto financiado por el fondo FIC-R del Gobierno Regional Metropolitano, consiste en tres plantas piloto en las comunas de El Monte, Curacaví y Lampa con una capacidad instalada de 13 kWp cada una, generando hasta 20,8 MWh/año y evitando así 8,8 toneladas de CO2/año.
Las plantas piloto se utilizan como laboratorios reales para estudiar las implicaciones de la agrivoltaica en la generación de energía solar y en la productividad agrícola.
Entre los resultados actuales de la investigación se ha validado el potencial sinérgico del AgroPV para la agricultura y el mercado fotovoltaico.
Se ha registrado una baja la irradiación solar del 40% bajo los sistemas que conduce a un aumento de la humedad del suelo de 29%, lo que indica el potencial para reducir la demanda global de agua de riego.
La reducción de la irradiación valida el potencial de la planta agrivoltaica para proteger los cultivos del exceso de sol y las mediciones de la temperatura del aire muestran un efecto de enfriamiento del sistema agrivoltaico durante el día y un aumento de la temperatura del aire que puede proteger de las heladas durante la noche.
Además, se observa un aumento de la eficiencia en el uso de la tierra de hasta el 187% para los cultivos de lechuga, cuyo rendimiento no se vio afectado por el sistema agrivoltaico.
Mientras que la generación de energía fue del 87% en comparación con un sistema fotovoltaico convencional en la misma superficie. Estos cambios en la generación de electricidad se deben a la orientación subóptima de los paneles fotovoltaicos y al aumento de la distancia entre hileras.